sábado, 24 de abril de 2010

Pedal de fuzz/distorsión electro harmonix/sovtek big muff, fabricado en Rusia, de mediados de los 90.


El tipo de cosa que no logro explicarme. El anuncio estaba una de esas páginas chungas tipo loquo, habitamos, segundamano... una de esas en que publicar anuncios es gratis. Es en esas páginas, refugio de ladrones, colgados, fumetas, perezosos y tacaños, donde se halla mayor variabilidad en cuanto a artículos, calidades y precios, y es ahí donde he encontrado, hasta la fecha, mayores alegrías y rarezas. El anunciante en realidad ofrecía otro pedal de efectos, por eso contacté con él. Pasada una semana desde el primer mail, quedamos el jueves pasado. El chico vivía en santa eulalia, un barrio de hospitalet, en una casita de dos plantas bastante simpática. Hospitalet no está tan mal como nos suele parecer a la gente que siempre hemos vivido en el centro de barcelona, la verdad. Total, llego allí, y el tio se pone a buscar el pedal. En efecto, había colgado el anuncio sin saber si tenia el pedal a mano. No lo encuentra, y se pone a abrir cajones. En uno de ellos veo la caja de madera del muff. Sigue buscando, se va a otro cuarto, pero el piso es minúsculo y todo está a la vista, así que parece claro que no está. Se disculpa, me mira con cara de interrogante y me hace un comentario como preguntándome dónde está el pedal. Yo le respondo, no sin cierta ironía, que a mi no me mire, que es la primera vez que entro en esa casa. Empiezo a cogerle cariño a ese tipo, el tipo de aprecio que se le coge a un hermano tonto o al amigo fumeta olvidadizo. Volvemos al cajón, y le pregunto si no estará en la caja de madera. Me comenta que eso es un big muff, y le pregunto si también lo vende. Me dice que por qué no, que era de un colega que nunca se lo pidió, y que no lo usa. Abre la caja y me encuentro esto, un pedalazo que va buscadísimo en eBay. Lo probamos con una guitarra cutrilla en un ampli cutrillo,... y suena como los cielos. Le ofrezco 50 euros por él. El chico parece muy contento con mi oferta, pero quiere asegurarse mirando en eBay. El tio mira, y yo pienso, “vale, ahora va a ver lo que vale y adiós chollo”. Sorprendentemente para mi, el tio mira algun anuncio que no es o no mira exactamente qué modelo vale cuánto, y me dice que los que ha visto por 80 euros, así que como este es viejo y esta un poco sucio, lo cerramos por 50.

jueves, 18 de febrero de 2010

Bajo Ibanez Musician de 1980; phaser EHX polyphase de la misma época (supongo).


Llevaba meses buscando uno, y un dia de agosto lo vi en internet. Y no uno cualquiera, el 924, que era el más alto de la gama. El anuncio mencionaba un bajo con sintetizador incorporado* y en la foto salían también un micrófono y un pedal de efectos Electroharmonix, pero el texto no explicaba mucho al respecto. Como mínimo pensaba comprar el pedal, así que llamé. Quedé con el vendedor en la estación de renfe de castelldefels. La verdad es que me daba pereza ir, porque yo trabajo cerca de allí y muchas tardes voy andando por el polígono hasta esa estación, y no tenía ganas de ir en vacaciones. LLegué y el tipo estaba esperando en el coche con toda la familia dentro. Resultó ser un alemán de unos cuarenta años llamado Rudi, muy rubio, con un tupé y unas patillas muy,... bueno, no sé, alemán. Sus zapatos y su pantalón blanco tampoco tenían desperdicio. Lo curioso fue que, al meterme rápido en el coche no vi bien a la mujer y a los niños que iban detrás, y me pareció que ella era menor de edad y que el tio era una especie de pervertido o algo así, con una adolescente y dos niños encerrados en su coche, como un secuestro o algo parecido, y yo de invitado. Fuimos a su casa, en una urbanización colgada en una montaña y allí ya vi que no, que era un tio bastante majo y que su esposa brasileña y sus niños mulatos eran de lo más normales y que ella era una mujer adulta. La casa era bastante correcta, parecía un apartamento de veraneo, pero tampoco vi mucho, algun detalle cutre setentero quizás, y una buena terraza con vistas al mar. Charlamos un rato y tal, probé el bajo, estuve lidiando con una especie de perro-rata que no paraba de ladrar, y listo, todo para casa. El tio se quedó un poco sorprendido, supongo que le tenía cierto cariño al instrumento y no esperaba venderlo tan rápido, pero me conozco y sé que si no compro en caliente empiezo a darle vueltas, me lo pienso demasiado y luego nada. Por suerte me acercó a la estación, porque cargado como iba y con el calorazo que hacía no hubiese llegado vivo hasta el pueblo.

Para mi fue el trato del siglo. Normalmente no compro guitarras de segunda mano, manías de cada uno, pero ésta era una ocasión buena. El pedal tuve que llevarlo a reparar porque había algo que no iba, pero por lo visto es bastante raro y no lo han reeditado nunca, con lo cual vale una pasta. El bajo, por su parte, es el típico instrumento que, no sé, te arrebata**. Quizá tiene que ver con la forma del cuerpo, por la disposición de los cuernos recuerda vagamente a la mustang, no sé.
Los fabricantes de guitarras se empeñan en fabricar cosas que parecen antiguas pero cuando te haces con un instrumento que tiene 30 años, empiezas a entender ciertas cosas. Y eso que este no es un fender de los 60 ni nada que se le acerque, pero aun así tiene algo.



*en realidad se refería al ecualizador que lleva de serie, mi gozo en un pozo
**sí, he visto la peli de zulueta hace poco.